abril 19, 2010

"Hola Soledad"

La soledad es terrible. No me refiero a la soledad del alma, soledad lírica o metafórica a los que los poetas cantan, nono, no, esas pajas ya me las corrí. Hoy hablo de la soledad literal, la soledad física en la que sin importar hacia donde mires no encontraras una arruga tierna donde esconderte, o una uña sucia para admirar, ni miradas furtivas, ni sonrisas ajenas, la soledad material en donde por muy alto que grites insultos nadie, absolutamente nadie, se resiente.

La soledad del alma aflije pues se presenta en forma de contradiccón. Pero la soledad física desuela pues confirma y redunda la soledad del alma.

Soledad absoluta sin contradicciones por donde escapar.

4 comentarios:

Joselu dijo...

Hola, Víctor, he venido a conocer tu casa después de haber leído tu hermoso comentario en mi blog. Pienso que esa soledad del alma ha de ser fría, gélida, no quiero ni imaginármela. Muchas veces he optado por la soledad viajando o quedándome solo en casa durante días, pero sabía que era una soledad elegida. La otra, la que no eliges, la que se te impone es la experiencia más desoladora que se pueda concebir. Creo que en la vida trabajamos fundamentalmente para no quedarnos solos. Cada acto de nuestra vida debe implicar la idea de compañía, de calor, de cercanía. Un abrazo, amigo.

Valentin Ibarra - (acertijo) dijo...

Hola. También devolviendo cortesías.
La soledad física y concreta, cuando no es un momento sino la realidad de tu alma. Esa soledad es enorme, es vacío absoluto de sentido.
O mejor dicho es la espera impaciente, es la búsqueda quieta. Y buscar es esperanza.

Digo, nadie busca, aunque mas no sea un alguien para charlar, si no lo hace con la esperanza de encintrarlo. Es frío que busca ser cálido.
Saludos.

INCRUSTADA EN LA INEFABILIDAD dijo...

Y para ser tres... yo. Lo acepto, tu tema es uno de mis mayores temores y me animo a confesárltelo, sin embargo, me muero por experimentarlo fisicamente.

V a v o dijo...

Trío de corteses!
Joselu, la libertad de revertir las cosas es lo que nos da valor para hacerlas.
Acertijo, a ti te vengo viendo seguido en Las yemas de los que... y sí aun cuando uno insulta a alguien es con la esperanza de que se quede un rato mas, aunque sea solo contraatacar.
Señorita Incrustada: ya conozco lo frecuente que es la soledad en tus textos (la S. lírica). Para experimentarla te invitaría a vivir conmigo, pero creo que te darias cuenta de la trampa.