El principio es el segundo eterno por el que discurrimos.
Muy cierto. El miedo no se comparte. La alegría, o el coraje, por otro lado, no significan nada en soledad. Es un asunto similar al de los cuervos de Kafka, ¿no?Saludos (y perdón por no comentar más seguido)
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Muy cierto. El miedo no se comparte. La alegría, o el coraje, por otro lado, no significan nada en soledad. Es un asunto similar al de los cuervos de Kafka, ¿no?
Saludos
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