A por mi.
Tropezón a tropezón regrese a la cordura, atrás quedaron los goces del insomnio, los cantos de la fiebre, la risa del delirio, tropezón a tropezón me instale en la realidad y construí con mis manos mi ropa de obrero y fui hombre sin hartazgo de por medio. Fue el insomnio sufrimiento la fiebre impedimento y los delirios un borroso recuerdo. Mas ya es octubre y tienes 21 y no estas. Agazapado entre mis certezas me encuentro listo para brincar al cuello de la belleza.
1 comentario:
si pero que mejor que brincar al cuello de la belleza delirando por los canticos febriles y las risas del delirio, que a fin de cuentas, es nuestro ultimo bastion para ser realmente felices...
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