Angeles.
Alguien dijo una vez que Bécquer era un acordeón tocado por un ángel, Machado agregó: "El ángel de la verdadera poesía". El ángel de la muerte, viudo y tenebroso fue mandado a la tierra a buscar a Benedetti, pues el ángel del acordeón ya extrañaba el roce sexual de sus palabras. Cuando oigas al viento decir: "Benedetti", responde sonriente: "No te salves... y viceversa".
No hay comentarios:
Publicar un comentario